El Parkour (palabra de origen francés que significa recorrido) es una disciplina que surge en Lisses (una ciudad a las afueras de Paris) hace apróximadamente 19 años. David Belle desde niño empezó con este llamado "arte del desplazamiento" motivado por su padre (un ex-militar vietnamita que se convirtió en bombero al llegar a Francia) tomándolo como un juego que a la larga se convertiria en una manera de ser, en "una forma de vida".
Un arte que busca la fluidez del movimiento, que te enfrenta con tus miedos pero al mismo tiempo te obliga a superarlos, un arte que hace que tus límites sean cada vez menores.
David Belle
Esta disciplina trata básicamente sobre ir desde un punto A hasta un punto B, superando todos los obstáculos urbanos o naturales que se presenten en tu camino de la forma más rápida, fluida y estéticamente posible utilizando únicamente las habilidades que ofrece el cuerpo humano.
La línea recta siempre es el camino más corto entre dos puntos es por eso que siempre que se tenga un obstáculo en frente, tiene que ser superado, no es permitido retroceder ni esquivar el obstáculo.
La libertad es algo que se busca al practicar este arte, ya que hemos llegado a una época de constante presión en dónde al ser humano se le exige demasiado, Una época en dónde los países se dicen libres, sin embargo, lo único que se observa es la constante represión hacia las diferentes maneras de expresión. Así pues, con el parkour no se necesita seguir un camino preestablecido, la ciudad es un lienzo donde el traceur tiene permitdo plasmar sus emociones y sentimientos. Un lugar dónde puede desarrollarse a plenitud.
Un traceur es el ejecutante de esta disciplina , alguien que desarrolla diferentes habilidades tanto físicas como psíquicas.
Un traceur tiene que tomar en cuenta algunos aspectos básicos para llevar a cabo un buen recorrido: rapidez, fluides, estética, fuerza, progresividad y efectividad. Dichos aspectos serán desarrollados con el tiempo, pero también depende de la dedicación y el esfuerzo que cada traceur ponga en su entrenamiento.
El Parkour no sólo exige una buena condición física, también se requiere de una mente ágil y abierta. Una buena condición mental es indispensable puesto que se debe tener una concentración perfecta y unos nervios de acero para ejecutar algunos movimientos que en caso de error resultarían fatales. A veces la mente puede llegar jugar un papel más importante que el cuerpo, sin embargo se debe buscar un buen equilibrio entre las dos partes para crecer como traceur. 50% cuerpo y 50% mente.
Por otra parte, se necesita una muy buena condición física que tiene que ser desarrollada a base de ejercicios de fuerza, equilibrio y resistencia ya que es necesario que el cuerpo esté preparado para cualquier situación.
El parkour lleva consigo una filosofía que habla sobre superar tus miedos y tus problemas. Enfrentarte con esos demonios internos para ser una mejor persona en todos los sentidos. Esta filosofía es aplicable a la vida ya que muchas veces los obstáculos no son bardas o vallas, muchas veces los obstáculos pueden ser fobias ó problemas familiares, económicos o de cualquier otra índole.
El parkour no sólo es un arte, no sólo es un deporte, es también una manera de vivir, es una manera de vencer los miedos, una manera de encontrarte a ti mismo y de comprender que cualquier cosa es posible.
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